El arquitecto Iñigo Ortiz, experto en bioconstrucción, señala que la salud de una casa se mide por el grado de confort que aporta desde el punto de vista sensorial y extrasensorial:
A través de los sentidos podemos evaluar aspectos como la temperatura, la humedad, los ruidos, los malos olores o la ergonomía del mobiliario. Pero hay otros capítulos como la calidad del aire o la influencia de los campos electromagnéticos que se escapan a la valoración sensitiva y que son de suma importancia.
Una iluminación artificial inadecuada puede provocar cefaleas, problemas de concentración y hasta trastornos depresivos.Una casa sana debería funcionar durante las horas diurnas con luz natural, incluso en el baño y la cocina . Las mamparas transparentes o translúcidas aportan claridad a los espacios interiores, aunque se puede optar por la última tecnología: las lámparas de espectro total producen una iluminación blanca y sin parpadeos que imita las características de la luz solar.
El confort visual : el color también importa. Los colores influyen en la temperatura corporal y en nuestro estado anímico. A cada persona le afecta el color de diferente forma, pero hay ciertas generalidades :
- El amarillo es adecuado para los espacios de trabajo, porque genera mayor actividad cerebral;
- las áreas de descanso : son efectivos los malva, índigos y tonos asalmonados, muy relajantes
- Los colores tabú: negros y grises, que roban energía y se pueden traducir en tendencias depresivas. También hay que tener cuidado con rojos y naranjas, muy excitantes y proclives a generar comportamientos compulsivos.
- Larga vida al verde. Las personas que viven en casas con vistas a un parque o a un espacio agradable aumentan sus expectativas de vida en seis años .
La contaminación acústica genera insomnio y una cascada de males encadenados: somnolencia matutina, cansancio, mal humor, dolor de cabeza, estrés. España ocupa, por detrás de Japón, el segundo lugar en el ranking mundial del ruido, y a la gran batalla contra la contaminación acústica aún le queda mucho por delante.Así que si a uno le ha tocado una casa ruidosa, no le queda otro remedio que un buen aislante :
- Descartado el amianto, por sus efectos cancerígenos
- las opciones más interesantes : la lana de roca y la fibra de vidrio para aislar tabiques, y la doble ventana en el caso de las agresiones acústicas del exterior.
- La moqueta, que puede funcionar como aislante de los ruidos procedentes de pisos inferiores, es, sin embargo, un mal remedio por la cantidad de ácaros que acumula en sus fibras. Enemigos invisibles. Ácaros, polvo en suspensión, polución urbana... . Causan alergias, problemas respiratorios y dolores de cabeza. Mantenerlos a raya no es demasiado complicado.
- Una buena ventilación es la mejor medicina para el hogar, aunque, eso sí, no basta con abrir un par de minutos las ventanas, hay que buscar corrientes cruzadas para que la renovación del aire sea completa
- La calefacción y el aire acondicionado modifican la calidad del aire que respiramos. De hecho, la mayoría de los problemas de salud derivados del hogar proceden de estos sistemas. Pablo Echevarne, presidente de la Asociación Centro de Empresas de Calidad Ambiental (ACECAI), explica que "Los calefactores resecan el ambiente y provocan irritaciones de piel, garganta y problemas respiratorios; los aparatos de aire frío pueden producir letargias, irritación ocular y obstrucción nasal". La acción de un humidificador, y la limpieza regular de filtros, nos ahorrarán más de una visita al médico.
- Amenaza química. Los productos de limpieza .El olor a limpio, que por cierto es un invento de la industria de la droguería, puede ser un caballo de Troya con una amenaza química en el interior. Los vapores tóxicos que emanan estos productos se traducen en irritaciones en los ojos, dermatitis y dolores de cabeza.
- Colas, barnices y pinturas de origen sintético son elementos que desprenden de una carga venenosa que va a parar a nuestros pulmones. El formaldehído, habitual en estos productos, produce alergias y puede afectar al sistema inmunitario. La solución pasa por utilizar pinturas acuosas y pegamentos ecológicos que no contengan estos agentes químicos.
- El cableado y los cajetines eléctricos son otras fuentes de contaminación . Cuando la instalación es defectuosa puede liberar electrones hacia elementos metálicos del mobiliario —como somieres, sofás y sillas—, y de ahí saltarán al cuerpo humano. La exposición prolongada a este tipo de contaminación afecta al sistema nervioso y produce cansancio crónico, cefaleas, insomnio, tensión muscular, alergias y crisis asmáticas.
- Desenchufar todos los aparatos cuando no se utilicen (excepto el frigorífico) y alejar la cama de las fuentes de emisión eléctrica servirá de remedio hasta que se cambie la instalación defectuosa.
- Luces y acción En otoño e invierno aumentan los casos de depresión y las crisis de ansiedad. No es ningún secreto: la luz influye en los neurotransmisores cerebrales, modifica la atención y altera la salud. Vivir bajo los focos de una iluminación artificial mal reglada provoca cansancio y sueño.
- El sol funciona como un potente estimulante natural, aunque tampoco hay que dejarlo entrar a su antojo. La exposición directa a los rayos ultravioletas tiene efectos nocivos sobre la vista y la piel. La solución: los nuevos cristales laminados capaces de absorber hasta el 95% de las radiaciones.
La electrificación del hogar, las sustancias químicas, los climatizadores de temperatura... Hemos entrado en una lógica irracional donde aquello que debería aportamos confort y seguridad, a veces, es más peligroso que los beneficios que a priori promete.
2 comentarios:
Bueno, si tienes una mansión con piscina climatizada, jacuzzi, sala de billar, solarium, discoteca, cine,8 salones, 34 baños y 150 esclavas.....yo creo que de confort no se puede quejar ni dió o es pa matarle a hostias.
Bueno, en mis largas horas encerrado en un piso estudiando te puedo decir que solo el hecho de pisar la calle, aunque sea para ir a pasear el perro o tirar la basura te cambia el ánimo¡¡¡
Eso me pasa a mí al salir del trabajo. Es ver el reloj llegar a las 20.00 y sentir un subidón de adrenalina, le liberación!!!. Necesito vacaciones ya, me estoy convirtiendo cada vez más en una extensión de mi silla del despacho con cara de computadora..;_(
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