20 abril 2007

"LA CONSPIRACIÓN", de Will Eisner.

Will Eisner, fue uno de los mejores en el mundo de la novela gráfica, y sus cómics son imprescindibles en cualquier comicteca que se precie.

Aunque su obra más conocida fue "THE SPIRIT", es "LA CONSPIRACIÓN", la que más me gusta. Los motivos, pues bien, porque lejos de tratar el tema de forma frívola , irónica y distante, y de esta forma enfrentarse a la teoría de la conspiración antisemita de manera subversiva, Eisner apuesta por el argumento racional.
Para quien no haya oído hablar de este cómic, el argumento, a grosso modo es el siguiente:
Los Protocolos de los sabios de Sión”. Los protocolos fueron unos escritos publicados en 1905 en Rusia. "La Conspiración" es la historia de una gran mentira. La que se teje alrededor de los supuestos planes judíos para dominar el mundo. Eisner actúa como un notario, levantando acta de todo lo sucedido. Su relato se inicia con el autor del texto original, el revolucionario francés Maurice Joly. Luego salta a Rusia y nos habla de los implicados en la trama que finalmente provocaría la aparición de Los protocolos de los sabios de Sión. Es la propia policía secreta del zar la que plagia el libro de Joly y se inventa la mascarada que tanta gente después se va a creer a pies juntillas. El resto es un desarrollo de los diferentes sucesos que provocará el infame libro :su influencia en Hitler, su descrédito público, la intervención de The Times, declarándolo falso, o las continuas reediciones del volumen, en lugares tan alejados entre sí como Argentina, México o Japón.
En el terreno de la puesta en escena, mantiene su nervio y el ritmo no desfallece, a pesar de que algunos pasajes son realmente densos. Especialmente aquellos en que nos enfrenta a los documentos originales, lo que hace que nos preguntemos si la fórmula elegida es la más adecuada.
Especialmente llamativo es el artículo de Churchill que se reproduce, en el que se le presenta como un antisemita. Cabe recordar que siempre apoyó la causa judía y que los sentimientos antisemitas en Inglaterra no eran nada en comparación con los de otros países, donde estaban mucho más arraigados, como la vecina Francia. Por otro lado, lo que el artículo hace es unir en un único paquete al sionismo con el marxismo, en un momento en que Occidente tenía motivos para recelar de la revolución soviética, que desafiaba los valores de la civilización y había traicionado a los aliados con su pacto con los alemanes.
Creo que Eisner habría estado más acertado recordando cómo esa idea de la conspiración que, hunde sus raíces en la Edad Media y los tristemente famosos libelos de sangre, fue actualizada en muchos textos anti-imperialistas, en los que la conspiración racial se traducía en términos de clase. Textos que Lenin había copiado de un conocido antisemita, Hobson. Pero la sustancia es la misma: lancemos la idea de que una serie de plutócratas, unos tipos muy malos, conspiran a nuestras espaldas para dominar al mundo.

Hoy la conspiración recibe muchos nombres, como Globalización entre otros, pero la idea básica sigue siendo la misma. La culpa nunca es nuestra. Eliminemos a aquellos que sospechamos intentan chuparnos la sangre y asunto resuelto.
Eisner nos recuerda que cualquier excusa es buena para la violencia, incluso una tan absurda como Los protocolos.
En la última página acumula noticias recientes con ataques a sinagogas y ámbitos judíos. Todo cambia, para seguir siendo lo mismo.

1 comentario:

Marshall dijo...

Pues va a ser que por una vez no estoy en absoluto de acuerdo... y es que, vale, reconozco que los judíos siempre han sido los grandes "perseguidos" a lo largo de la historia de la humanidad, pero lo que también me parece innegable es que siempre han estado en posiciones de poder que les han permitido tomar decisiones desde las más altas esferas políticas y económicas (dos mundos muy ligados entre sí, como tod@s sabemos) y ello ha hecho que hoy en día exista un estado surgido de la nada en el año 1948 como es Israel, principal fuente de conflictos MUNDIAL entre árabes y "mundo occidental" cuando se les ofreció como santuario tras la Segunda Guerra Mundial unas tierras en la antigua Etiopía... pero no, no se conformaron con eso, de modo que había que "molestar" al mundo musulmán para echar más leña al fuego y salirse con la suya una vez más. Los presidentes de EEUU son marionetas al servicio de una veintena de prohombres, seguramente casi todos ellos judíos (presidentes de multinacionales, que son las que patrocinan las campañas de los candidatos a la presidencia en gran medida, algo que nadie duda que no es "gratis"), que son los que le dicen al "tontolculo" de Bush la ficha que ha de mover... ¿teoría de la conspiración? Llámalo como quieras, pero lo llevo viendo de este modo desde hace infinidad de años. En resumen, los judíos siempre han sido "cuatro gatos" como quien dice, pero han dado por culo todo lo que han querido y más gracias a su poderío económico, sus influencias en las altas instancias y, también es justo reconocerlo, su inteligencia. ¿Y si no de qué iban a tener el segundo ejército más potente del mundo y un servicio secreto como el MOSAD (o como se escriba...)? ¡Si son apenas 7 millones de habitantes en Israel!