28 septiembre 2007

Hagamos hoy lo que tengamos ganas de hacer..."La Ciudad del Sexo"

"El diseño arquitectónico que ha emergido en las urbes en los últimos años, más que para ser vivido, se ha desarrollado para ser visto y para llamar la atención [además de la muestra de poder ante otras naciones]. En este caso el quehacer del arquitecto se desarrolla a partir de una serie de argucias en las que predominan los efectos derivados del juego de colores, texturas y formas". (philip Johnson ,2007)
Un ejemplo de este tipo de arquitectura que hoy día se viene desarrollando fue el proyecto propuesto en la Facultad de Arquitectura y urbanismo de Río de Janeiro, como tesis de grado del arquitecto y urbanista Igor de Vetyemy: "La Ciudad del sexo"
Hagamos hoy lo que tengamos ganas de hacer...-, esta frase del arquitecto norteamericano Philip Johnson es sin duda la premisa bajo la que se ha venido desarrollando gran parte de la arquitectura contemporánea. Y se justifica siempre que una obra sea -razonable- desde el punto de vista económico, y -estéticamente- agradable.
Para muchos arquitectos no hay reglas ni límites, todo puede ser posible y no importa el contexto urbano, por lo que prácticamente se ha cancelado el diálogo con lo circundante.
Como indica Liliana Ochoa en su artículo, "Lamentablemente este fenómeno no sólo se esta presentando en las ciudades más importantes del mundo desarrollado, sino también se esta filtrando en las ciudades más grandes del Tercer Mundo. Lo que preocupa en este caso es –además de la falta de creatividad de muchos arquitectos, que copian los -modelos- que han tenido éxito a nivel internacional- lo agresivo que puede resultar el -look- tan -chic- y el mensaje que tienen de fondo estos espacios –que al final de cuentas, evidentemente, es promover el consumo de ciertos productos-, sobre todo si pensamos que dentro de las sociedades en vías de desarrollo, el problema más grave que existe es la marginalidad".
En cuanto a este proyecto en particular, el punto álgido, que ha provocado la división de opiniones, es el diseño de unas cabinas o cápsulas para la práctica sexual. Tras el pago con algunas monedas, cualquiera puede usar las cápsulas como si fuera la pieza de un motel. Ahora la prostitución tendría un lugar definido, y no en las calles como ocurre actualmente, pero hasta qué punto esto es conveniente???....

Fuente

1 comentario:

ACP dijo...

Este tipo de proyectos demuestra que la arquitectura no es indiferente a los tiempos en los que vivimos. En la sociedad actual que empieza a hablar de la legalización de la prostitución, con un reconocimiento como profesión y con regulación tributaria, aceptando la actividad como un hecho, la arquitectura empieza a hacer sus primeras propuestas que no se queden en el mero hotelito de carretera, con habitaciones y barra para las copas. La arquitectura integra una actividad no sólo en un edificio especializado, sino también con una dignidad urbanística. No podemos olvidar la influencia que tienen estos "lugares" por ejemplo en Amsterdam... aunque de una forma menos elaborada.
He de reconocer que el proyecto es interesadamente provocador y que el padre de la criatura lo ha vendido muy bien, aunque es una propuesta a meditar y a valorar...
¿Para cuando unas habitaciones en los edificios públicos, unos amatoriums, que satisfagan las necesidades fisiológicas de sus ocupantes, al mismo nivel que por ejemplo los aseos?...